miércoles, 23 de marzo de 2011

Don Rafael Alcalá Dondé


Don Rafael Alcalá Dondé nació artista. Fue poeta, escritor, orador, maestro, pintor y conversador de muy altos vuelos, por lo que siempre hemos sostenido que nuestro personaje, entre otras cosas, se caracterizó por lograr reducir las horas a frágiles segundos, gracias a su palabra oportuna y chispeante, que con sagrada obediencia daba una y otra vez en el blanco del ingenio y de la gracia.

Con Alcalá Dondé tuvimos, a pesar de la diferencia de edades, una muy sólida y estrecha amistad. Lo quisimos y le profesamos un gran respeto intelectual, porque fue capaz de aproximar con gran intensidad la palabra a la vida y, de la palabra, hacer un florilegio exquisito y a veces hasta majestuoso.

Muchos son los ejemplos que podríamos dar sobre la capacidad poética de nuestro inolvidable amigo. Hoy les brindamos su magnífico soneto “Sombras”, “para cuando menos abrir el apetito a quienes buscan mejores bocados que los que ofrece la cursi repostería literaria que hoy nos invade”:

Eres, Sombra, la sombra perseguida
en la sombra del tiempo sin memoria;
eres sombra y la sombra es ilusoria
como la sombra misma de la vida.

Bien quisiera la sombra detenida
de tu sombra falaz y transitoria,
y al amparo de sombra promisoria
rasgar la sombra de la fe perdida.

Te imploro, Sombra, con inútil ruego;
tu sombra, Sombra, me mantiene ciego
porque en la sombra en que el pensar se abisma,

la sombra en sombra su secreto esconde,
y tu sombra, que es sombra, no responde
como la sombra de la vida misma…

Después de saborear este soneto tiene uno que sentirse dispuesto a desplegar velas y navegar por las doradas aguas del lenguaje, donde el verbo clava su etéreo cuerpo y se convierte en náutica flor, rosa de los vientos que aprisiona en sus vértices fragmentos de horizonte.

Don Rafael Alcalá Dondé ocupará siempre un lugar de privilegio, en la historia de la literatura campechana.

José Luis Llovera Baranda.

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