domingo, 20 de marzo de 2011

Joyas de ciudad

La consideración implícita de concebir a nuestras ciudades históricas como parte fundamental dentro de la inminente y constante transformación de nuestras urbes modernas, es primordial para el urbanista consciente de éste fenómeno de coexistencia tan común en nuestros centros urbanos mexicanos.

Nuestros centros históricos son hitos reconocibles que aluden a nuestras centenarias tradiciones y costumbres. Nuestras ciudades modernas son también muestra irrefutable de nuestro imparable progreso y de la clara inercia internacional del fenómeno de globalización del cual México no es ajeno.

Los procesos de densificación urbana y las estrategias de sustentabilidad deben permear a través de la frontera imaginaria o física que separa los dos grandes conglomerados urbanos de éstas ciudades ancestrales: el histórico y el moderno. Los objetivos y metas a seguir por los organismos y personas encargadas del desarrollo urbano local deberían implementar acciones conjuntas que beneficien, relacionen y estrechen los vínculos formales, funcionales y espaciales de éstas dos importantes áreas.

La revitalización de nuestros centros históricos depende en gran parte de los procesos de habitabilidad que se ejerzan en éstos y del empeño que en torno al tema le impriman los gobiernos locales conjuntamente con la federación. Estas joyas de ciudad, que en muchas ocasiones subsisten y no coexisten con su entorno contemporáneo, deberán adecuarse para así poderse relacionar con sus colaterales urbanos.


José Luis Llovera Abreu

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